Sabemos que vivimos en un país en donde en cada uno de sus rincones se respiran los beneficios de la innovación y de la competitividad. En Colombia este sueño se ha venido forjando gracias al trabajo en alianza de varias organizaciones que han decidido apostar por él, como el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el Departamento Nacional de Planeación (DNP), el programa Colombia Más Competitiva, Swisscontact y otras organizaciones presentes en las regiones del país. Solo que a veces no somos lo suficientemente conscientes de esto.

Desde la costa Caribe hasta los Andes, las regiones de Colombia están despertando a una nueva era, impulsadas por la convicción de que la competitividad y la innovación son claves para el desarrollo sostenible y la prosperidad. Este movimiento no solo se trata de avances tecnológicos o económicos, sino de un cambio cultural profundo que empodere a las comunidades, fomente el talento local y abra puertas a un futuro lleno de oportunidades.

Para esto, han nacido iniciativas como el fortalecimiento de capacidades en diagnóstico y transferencia de conocimiento a entidades regionales encargadas del diseño, seguimiento y evaluación de intervenciones de soporte para la competitividad e innovación, un proyecto dedicado a robustecer el ecosistema de innovación en Colombia, entregando herramientas técnicas que impulsen iniciativas efectivas y respondan a las necesidades específicas de cada región. Este proyecto, además, se enfoca en fortalecer las capacidades internas de las organizaciones beneficiadas, desarrollando habilidades blandas esenciales como la comunicación, el trabajo en red, el liderazgo y el establecimiento de relaciones sólidas.

Aunque diagnosticar y transferir conocimiento pueda parecer complicado a primera vista, en realidad no lo es tanto. Al hacerlo, se identifican las necesidades y oportunidades específicas de cada región, se adaptan soluciones tecnológicas y metodológicas a contextos locales, y se fortalecen las capacidades para promover un desarrollo sostenible y autónomo.

Además, un diagnóstico bien realizado permite crear estrategias más efectivas y adaptadas a la realidad regional, mientras que la transferencia de conocimiento garantiza que las acciones se mantengan a largo plazo, y permitan a las comunidades locales adoptar nuevas herramientas y prácticas. Esto da pie al crecimiento constante de las regiones, lo que a su vez reduce las desigualdades y potencia el capital humano y social.

Comisiones Regionales de Competitividad e Innovación – CRCI, cámaras de comercio, comités Universidad-Empresa-Estado-Sociedad (CUEES), CODECTI, secretarías departamentales de CTeI, de desarrollo económico o de competitividad; son algunos de los actores regionales que hacen parte del Sistema Nacional de Competitividad e Innovación, y que son los directos beneficiarios de este tipo de proyectos que al final, buscan impactar con mejores condiciones de desarrollo, generación de empleo, nacimiento de nuevas empresas, mejor calidad de vida en las ciudades y municipios y crecimiento profesionalHoy el proyecto se encuentra aplicando un pilote en las regiones impactadas, lo que permitirá su expansión a otras áreas del país en una etapa posterior.

En las próximas entregas, conoceremos historias reales que muestran cómo esta iniciativa está transformando nuestros territorios. ¡Atentos a lo que está pasando en las regiones!